El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial de la Hipertensión, una enfermedad que afecta a más del 40% de la población adulta en España, especialmente a los mayores de 65 años. Se trata de un factor de riesgo silencioso que aumenta las posibilidades de sufrir un evento cardiovascular por lo que, ante esta situación, se hace cada vez más patente la importancia de la prevención desde edades tempranas. En este sentido, desde hace años se reconoce el efecto beneficioso del aceite de pescado en el mantenimento de la presión arterial normal (1). Pero… ¿cómo lo hace?
Existe una estrecha relación entre los niveles de eicosanoides y el riesgo cardiovascular: un exceso de eicosanoides “malos” causan la inflamación de las arterias reduciendo el flujo sanguíneo hacia el corazón, lo cual puede desembocar en un infarto cardíaco.
Los ácidos grasos Omega-3, que se encuentran en el aceite de pescado, concentrado y purificado, especialmente el ácido eicosapentaenoico (EPA), inhiben tanto la síntesis como la liberación del Ácido Araquidónico (Omega 6) principal responsable de producir eicosanoides malos. El ratio AA/EPA mide los niveles de ácidos grasos en sangre e indica el nivel de inflamación celular en el organismo, por lo que es importante el equilibrio entre ambos para mejorar nuestra salud cardiovascular.
El equilibrio entre ambos contribuye a mejorar la salud.
Por otro lado, un estudio reciente indica que cuando se agrega aceite de pescado en una dieta baja en calorías hay una mayor pérdida de peso (2). Este estudio fue seguido de un ensayo donde concluye que, además de una reducción de peso, se produjo un efecto adicional con la reducción de la presión arterial (3). Entonces, ¿cómo ayuda el aceite de pescado a perder el exceso de peso? La respuesta está en la capacidad de los ácidos grasos omega-3 del aceite de pescado para reducir la inflamación celular en las células de grasa (4), clave para la pérdida de peso.
Por supuesto, la mejor manera de reducir la presión arterial es seguir una dieta anti-inflamatoria, rica en frutas y verduras y ácidos grasos omega 3, con niveles adecuados de proteína baja en grasa y bajos niveles de omega-6 y grasas saturadas. Lo que se conoce comúnmente como la Dieta de la Zona.
Referencias: 1. Morris MC, Sacks F, and Rosner B. “Does fish oil lower blood pressure? A meta-analysis of controlled trials.” Circulation 88: 523-533 (1993). 2. Thorsdottir I, Tomasson H, Gunnarsdottir I, Gisladottir E, Kiely M, Parra MD, Bandarra NM, Schaafsma G, and Martinez JA. “Randomized trial of weight-loss diets for young adults varying in fish and fish oil content.” Int J Obes 31: 1560-1566 (2007). 3. Ramel A, Martinez JA, Kiely M, Bandarra NM, and Thorsdottir I. “Moderate consumption of fatty fish reduces diastolic blood pressure in overweight and obese European young adults during energy restriction.” Nutrition 26: 168-174 (2010) 4. Sears B. “Toxic Fat.” Thomas Nelson. Nashville, TN (2008). Compartir:




