En la última encuesta realizada por Laboratorios Rovi, “Reflexiones sobre alimentación y salud en la población española”, hemos descubierto que cerca de la mitad de los encuestados (47%) reconoce que mostraría más su cuerpo durante el verano si no tuviera exceso de peso, sobre todo las mujeres (58%). Como consecuencia, un tercio evita ponerse ropa atrevida, uno de cada cuatro usa pareo y/o ropa ancha para disimular y un 16% prefiere no bajar a la playa o a la piscina cuando hay mucha afluencia de gente para evitar la mirada de otras personas. Por el contrario, si estuvieran en forma se pondrían otro tipo de ropa más ajustada o más corta (65%), se quedarían en ropa de baño sin tanta vergüenza (44%), serían más atrevidos a la hora de ligar (19%) e incluso se plantearían ir a una playa nudista (9%).
Sagrario Jiménez, experta en nutrición, medicina estética y sexología del Centro Médico Sagrario Jiménez, en Madrid, afirma que “Lo primero que debemos hacer es aceptarnos como somos y no permitir que algo como el exceso de peso nos obligue a estar recluidos. Hay que aceptarse y, al mismo tiempo, podemos replantearnos cambiar aquello que nos condiciona negativamente o nos incomoda. Además, cuando se logra un objetivo, como puede ser bajar de peso, aumenta la autoestima y la satisfacción, lo que va a repercutir de una manera muy positiva en la realización personal del individuo”.
La principal conclusión extraída ha sido que el 36% de los encuestados confiesa que hace algún tipo de dieta exprés antes de que llegue el verano. Un error, asegura la Dra. Jiménez, ya que “con estas dietas se pierde masa muscular y líquidos, no se pierde peso procedente de la grasa que es lo que sobra, por lo que cuando se vuelve a comer ‘normal’ se recuperan los kilos muy rápidamente y se liberan metabolitos intermedios que pueden resultar tóxicos para algunos órganos”, asegura esta especialista.
Por esta razón, Sagrario Jiménez recomienda seguir un estilo de alimentación saludable llamado ‘La Zona’. Este método se basa en la ingesta de hidratos de carbono, proteínas y grasas en la proporción calórica 40-30-30 respectivamente (conocido como Dieta de la Zona) que, junto al aporte de ácidos grasos omega 3 y de polifenoles, ayuda no sólo a eliminar el exceso de grasa acumulada, sino a retrasar el envejecimiento y a mejorar el rendimiento físico y mental. “No es una dieta en sí, sino un estilo de vida muy saludable que nos permitirá sentirnos mejor, y mantener nuestro peso. Se consigue un equilibrio hormonal y metabólico y se alcanza un estado óptimo de salud, el cuerpo funciona al más alto rendimiento, y se baja grasa e inflamación celular”, asegura.
Cualquier persona puede perder peso si alcanza ‘La Zona’, comenta Jiménez, aunque es recomendable que se siga siempre bajo control médico o de un nutricionista especializado en la misma. “Los alimentos que debemos evitar o reducir su cantidad son los hidratos de carbono refinados como el arroz, la pasta, el pan, la pizza y las patatas, así como los alimentos ricos en grasas saturadas y en grasas trans. Los hidratos de carbono refinados deberemos sustituirlos por alimentos integrales e ingerirlos en poca cantidad”, explica. Además, desaconseja los cereales, los quesos grasos y los muy curados, la mantequilla, la nata, las carnes rojas, los embutidos, los dulces y los refrescos azucarados.
Los alimentos más recomendables son las frutas y las verduras, la carne magra, el pollo, el pescado y los huevos. “Las grasas que tomemos intentaremos que sean de origen vegetal y que procedan del aceite de oliva virgen, del aguacate o de los frutos secos”, señala esta especialista. “Con esta dieta no se pasa hambre porque se mantiene la concentración de azúcar en sangre en unos niveles equilibrados, evitando las híper y las hipoglucemias, no se produce fatiga y el organismo mantiene su rendimiento a pesar de no ingerir muchas calorías”, declara.
El 40% de los encuestados suele engordar durante el verano
A pesar de que las intenciones previas al verano son buenas, un 40% de los encuestados reconoce que suele engordar durante la etapa estival. Un 17% toma más bebidas alcohólicas y un 14% picotea más entre horas. “Por lo general, cuando se picotea se ingieren demasiados hidratos de carbono en alimentos como el pan, patatas fritas, galletas, embutidos, tortitas de arroz, etc. Con este comportamiento ingerimos un exceso de calorías, se dispara la insulina y se favorece el acúmulo de grasa”, sentencia Jiménez.
Según esta misma encuesta, uno de cada tres engorda entre 1 y 3 kilos y aquellos que tienen más de 40 años aseguran que les cuesta más mantenerse en su peso durante el verano. “Si además se consumen demasiados fritos y dulces se acabará engordando, se acumulará la grasa en los lugares menos apropiados y a nivel metabólico los lípidos y las hormonas se descompensarán”, apunta esta doctora experta en nutrición.
Acerca de la encuesta ‘Reflexiones sobre alimentación y salud en población española’
La encuesta ‘Reflexiones sobre alimentación y salud en población española’ ha sido realizada entre 601 personas de 25 a 55 años a través de encuesta online (panel de internautas-Netquest) con una duración de 8 min. El nivel de error muestral es de + 4%. El 100% de las preguntas eran cerradas y el trabajo de campo se ha realizado entre los días 8 y 11 de junio de 2015. El estudio ha sido controlado con cuotas por sexo, edad y clase social para asegurar la representatividad de la muestra. La selección de la muestra ha sido aleatoria.
El estudió se llevó a cabo a nacional, realizando aproximadamente 100 encuestas en las zonas centro, norte, noroeste, sur, levante y noreste de España.
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